A partir de lo anterior, me dedico hace más de veinte años a trabajar terapéuticamente, con las historias y emociones de niñas y niños, además de adolescentes y adultos jóvenes. Desde esa experiencia, me di cuenta, que los padres que consultaban junto a sus hijos, muchas veces estaban emocionalmente afectados, sumergidos en un desconocimiento de sus bloqueos y problemas, y de las implicancias que éstos problemas tienen en su vida, sin embargo, su primera opción de consulta estaba orientada a que sus hijos estén mejor, inspirados por el profundo amor que sienten hacia ellos.

Motivada desde este lugar, me ofrecí a trabajar con los padres, ya sea mamá, papá o el cuidador a responsable del cuidado ellos, para poder despertar recursos y activar soluciones para sus vidas. El resultado de esto, ha sido maravilloso, dado que, cuando un padre ó madre, trabaja desde su persona, desde su niña o niño interno, como primer pilar para estar bien, todo se hace más fácil y sanador, para toda la familia.